Para comprender las necesidades reales de la zona que impactará este proyecto, se llevó a cabo un estudio de movilidad con la finalidad de realizar un diseño conceptual que posteriormente se traduciría en un diseño funcional y óptimo.

Este estudio de movilidad contempló:

• Aforos o conteos de automóviles, ciclistas y peatones
• Levantamiento topográfico de la calle y sus intersecciones
• Encuestas a usuarios de vehículos privados y peatones
• Análisis de casos de éxito en la Ciudad de México y otros lugares del mundo

El estudio arrojó conclusiones relevantes que se tomaron en cuenta para diseñar Paseo Lerma:

Deberá darse más espacio y prioridad a los peatones, dado que el flujo durante el día es elevado.

• Al no ser el tránsito vehicular el principal sobre Río Lerma, se debe buscar hacerlo más fluido con menos espacio a su disposición, reduciendo al mínimo la ocupación ilegal del espacio.
• Se deberán ordenar las diferentes actividades que se llevan a cabo en la calle.
• Es necesario proponer una solución que permita a las bicicletas convivir con otros modos de transporte de forma ordenada.

Elementos arquitectónicos presentes en Paseo Lerma:

• Uso de pavimentos corrugados en el arroyo vehicular. Esto hace que los vehículos reduzcan la velocidad, pero en los espacios destinados para peatones y ciclistas se utilizarán superficies que faciliten su traslado.
• Nivelación de las cotas del pavimento. Al eliminar los desniveles entre la banqueta y el arroyo vehicular se promueve que los conductores de automotores se acostumbren a compartir la calle con los peatones y conductores de vehículos no motorizados, como las bicicletas.
• Cambio de circulación continua a zig zag. Esto ayuda a que los vehículos motorizados controlen su velocidad, lo que permite que haya espacios de estacionamiento que se alternan a ambos lados de la calle, dependiendo de las necesidades de los edificios en la zona.
• Orejas en las intersecciones. Esta infraestructura ayuda a ampliar el espacio para que los peatones puedan cruzar y hace que las intersecciones sean más seguras, ya que se reduce la distancia entre una banqueta y otra. Esta medida ayuda a que los vehículos no se estacionen de forma ilegal en las esquinas y contribuye con la reducción del número de hechos de tránsito que provocan lesiones en peatones y ciclistas.

Estas medidas dan como resultado una calle donde los transeúntes puedan convivir de forma más segura y agradable. A partir de estas consideraciones se definió el diseño de Paseo Lerma.